El mantenimiento preventivo ahorra dinero y ayuda a prevenir problemas mediante la detección y actuación precoz.
Proteger puertas de la humedad
La lluvia, la humedad ambiental, la nieve, las heladas son situaciones a las que habitualmente están sometidas las puertas durante el invierno.
Las puertas metálicas de calidad y bien imprimadas de fábrica pueden durar décadas en perfecto estado soportando condiciones de humedad ambiental.
No obstante, siempre es buena decisión mejorar su protección ante la humedad.
Pintura
Si es una zona habitualmente vandalizada comprueba que su pintura está en buen estado y no ha sido rayada.
Limpieza para menor riesgo de corrosión.
La limpieza de puertas metálicas de forma periódica ayuda a su óptima conservación. Aunque se dañen menos que las de materiales como la madera, eliminar las salpicaduras de barro de los bajos de las puertas metálicas y las defecaciones de aves es una buena práctica.
Cerraduras de calidad y bien lubricadas
Cuando las temperaturas ambientales descienden mucho existe el riesgo de que las cerraduras se hielen y bloqueen.
Las modernas puertas metálicas con candados de seguridad, están diseñados y fabricados para minimizar el riesgo de helarse. Dificultan el paso del agua y con ello se reduce la probabilidad de que se hiele.
Motores
Los motores de puertas metálicas pueden sufrir en invierno debido a la humedad y el frío. Pequeñas medidas de mantenimiento evitan esta posibilidad.
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